Es un espacio mágico, un escenario acogedor dentro de una antigua casa señorial del siglo XVII que se reparte entre varias plantas y salas sutilmente decoradas, bajo vigas de madera y dinteles de granito que mantienen la identidad de la tradición. Un espacio gastronómico que se abre a los sabores del Valle de los Pedroches, a los productos de la tierra y a las bondades del ibérico. Una cocina con raices y fuertes toques creativos, donde flotan los sabores del aceite y los aires de la sierra con aromas de monte y jara.