Es el bonito entramado urbano de la Villa de Candelario donde se abre la Posada de Candelario. Es el escenario de una antigua casa chacinera del siglo XIX convertido y adaptado en un acogedor, cálido y bonito hotel rural. Un espacio que reparte su restaurante en diversas estancias para disfrutar de una cocina profunda, de sabores serranos que camina entre lo tradicional y los aires de la modernidad. Un espacio gastronómico, relajado, íntimo y confortable que se aventura por las cocinas del bosque, los productos de la tierra y los sabores del Ibérico